Bocadillos gourmet o cuando el sándwich puede ser la estrella de tu carta

El bocadillo. Ese plato cómodo y transportable que nos saca de un apuro cuando entra el hambre, puede convertirse en el verdadero protagonista de un restaurante. De plato de batalla a bocado delicatessen.

Desde luego, el bocata no es el primer plato popular que se convierte en gourmet. ¿Acaso no hay, por ejemplo, hamburgueserías de alta gama? Pues con los ingredientes adecuados y una buena comunicación, los bocadillos de tu restaurante pueden convertirse en un gran reclamo para los clientes. A continuación te contamos cuáles son las principales razones por las que el bocadillo es un producto más interesante de lo que parece.

Razón 1: Gran rentabilidad

El bocadillo o el sándwich es un plato que puede comerse en cualquier lugar y momento. Desayuno, almuerzo, merienda, cena… A diario, en viajes, en el trabajo… Los momentos de consumo de este plato son infinitos y abarcan situaciones muy dispares. La variedad en la demanda hace que este plato sea un acierto seguro cuando lo incluyamos en nuestra carta.

Además, la sencillez y rapidez de su preparación y consumo, hacen que la rotación de clientes sea mucho más ágil en nuestros locales, permitiéndonos acoger a una mayor cantidad de gente cada día. Esta sencillez y rapidez en el preparado aumenta, asimismo, la capacidad de producción de nuestros chefs.

Pero la rentabilidad de los bocadillos y sándwiches no radica exclusivamente en su amplitud de momentos de consumo, ni en la capacidad de rotación que se consigue; sino en sus ingredientes. Rebanada de pan, ingrediente (o ingredientes) de relleno, y otra rebanada de pan. El refinamiento de los ingredientes de nuestros bocadillos tradicionales es la base de este toque premium.

La sencillez de la composición nos presenta el ingrediente principal de un bocadillo: el pan. Pero para un bocadillo gourmet el pan no puede ser solo un “envoltorio comestible”. En nuestra carta debemos incluir bocadillos con panes de calidad. Una buena variedad de panes nos supondrá un mayor coste, pero también ampliará la oferta y justificará un precio más alto.

Otra de sus ventajas en cuanto a su rentabilidad es la posibilidad de incluirlos en combos y ofertas con bebida. Por completo que sea este plato, un bocadillo no se toma sin bebida.

bocatas gourmet

Razón 2: Gran variedad

Tal y como dijo Anthony Bourdain "entre dos panes existen casi infinitas posibilidades para deleitar nuestro paladar".

Pero si vamos a preparar una oferta gastronómica de calidad, no podemos ser simplistas. Un sándwich o un bocadillo gourmet tiene que tener un nivel de sofisticación, tanto en la elección del relleno como en la calidad de los propios ingredientes. La mortadela y el salchichón dan el relevo a ingredientes más sofisticados como el lacón o el secreto ibérico.

Además, su versatilidad permite a los bocadillos gourmet adaptarse a todo tipo de especialidades. Comida tradicional, restaurantes veganos, restaurantes temáticos… sólo hay que saber qué ingredientes encajan mejor con nuestro estilo y nuestra clientela.

Razón 3: Gran fotogeneidad

Sabemos que las apariencias pueden engañar… pero, ¿acaso no se come también por los ojos? ¿Y somos capaces de concebir un negocio gastronómico hoy en día sin que presuma de sus platos en redes sociales? El material fotográfico de los restaurantes es muy importante para atraer clientes. Y en cuanto a fotogeneidad los bocatas tienen mucho que aportar.

Los bocadillos tienen una apariencia jugosa y normalmente son coloridos, por lo que son platos que resultan atractivos en la fotografía y captan la atención de los clientes. Estéticamente, es un plato muy atractivo. Así que si es uno de los grandes platos de tu negocio, trabaja en su presentación y hazles justicia con

Razón 4: Gran comodidad para clientes y para chefs

El bocadillo no es un plato que se pueda comer sólo en local, sino que es un plato ideal para delivery y take away. Los clientes pueden llevárselo allí donde quieran, ya que es sencillo de portar y comer.

Su sencillez y rapidez también se aplica al tiempo de preparación. El sándwich o bocadillo es un plato de comida rápida, pero no de “comida basura”; y sobre todo en absoluto si hablamos de bocadillos gourmet.

¿El truco para triunfar? Ser originales y presentar propuestas que se adapten a las expectativas de nuestros clientes. Porque el bocadillo ya no es un plato solo para salir del paso. Investigar combinaciones, nuevos ingredientes… Es lo que aportará esa cualidad gourmet a nuestros bocadillos y sándwiches.