El lenguaje de los cubiertos: aprende a interpretarlo

El lenguaje de los cubiertos

Los comensales mandan señales según colocación del cuchillo y el tenedor

La comunicación con el cliente es esencial en nuestra profesión. Más allá de palabras, propinas y reseñas, el cliente también utiliza otro lenguaje que pone, literalmente, sobre la mesa. Estamos hablando del lenguaje de los cubiertos. Con él podemos saber la satisfacción del cliente o el momento del menú en el que se encuentra. Ellos tienen las armas y tú el poder del experto. Y, a pesar de que hoy en día la mayoría de los clientes dejan los cubiertos sobre su plato de manera muy arbitraria, nos conviene conocer todas las formas de comunicación. Aquí te explicamos brevemente la información que nos da el cliente según coloque sus cubiertos.

(Argg!) No me ha gustado. Cuando los dientes del tenedor se entrelazan con la punta del cuchillo es normalmente señal de clientes insatisfechos. Hay autores que también señalan como “no me ha gustado” cruzar los cubiertos en mitad del plato haciendo una cruz.

(C’est fini!) Terminado. Los cubiertos se dejan en paralelo entre ellos, y en perpendicular respecto al borde de la mesa con el mango hacia el cuerpo del comensal.

(Exquisito) Excelente. Los cubiertos se dejan en paralelo entre ellos y respecto al borde de la mesa con el mango hacia el lado izquierdo.

(Quiero más) Siguiente plato. 
Los cubiertos se deben dejar en forma de cruz.

(Stop) Pausa. Los cubiertos se dejan encima del plato, en forma de un ángulo de 90 grados o en pico.

Como ves, hay muchas maneras con las que los comensales nos muestran su agrado o insatisfacción. No es una práctica que se lleve siempre a cabo, pero conviene recordarla para cualquier camarero, sommelier o encargado. Parte del trabajo de la brigada de sala es asegurarse de la satisfacción del cliente, así que hay que dominar todos los lenguajes, verbales o no.