Tipos de Inventarios que Debes Conocer: Virtual y Físico

tipos de inventarios

Tanto el inventario virtual como el físico forman parte del trabajo y los tipos de inventarios que deben conocerse para una correcta gestión en hostelería. Aunque es de esas cosas a las que miras como si no fuera contigo, pero asúmelo, sí va y mucho. Antes de comenzar hay que diferenciar los dos tipos de inventarios que se realizan en el día a día de un establecimiento hostelero.

Inventario Virtual

El primero es el inventario virtual, cuya función es meramente administrativa. No hay contabilidad “palpable” de los productos. Este inventario nos facilita una rápida consulta en el momento que sea necesario conocer el stock de un artículo determinado. Hoy en día, casi cualquier TPV para hostelería incluye la opción de almacenar y actualizar los inventarios virtuales.

Inventario Físico

Y el otro, es el inventario físico aquel que hace un empleado, - en un mundo ideal cada mes- o personal externo y ajeno a la empresa. El proceso consiste en ir contando físicamente cada artículo. De manera que se pueda verificar que los datos del sistema son correctos. Suele ser una tarea tediosa que puede aligerarse con un correcto orden del almacén.

Gestión de los Tipos de Inventarios

Es frecuente que los profesionales perciban el inventario más como una pérdida de tiempo y de trabajo añadido, que como una ventaja administrativa. El control de stocks y el inventario virtual sigue siendo el gran lastre de la restauración en general ya que las cuentas de explotación del negocio hostelero están directamente relacionadas con el coste de alimentos y bebidas (A&B).

De ahí nace la necesidad de hacer inventarios con una periodicidad fija. Un inventario te proporciona datos sobre el gasto en A&B. Para conocer el valor de las existencias que hay en el establecimiento y que estaría dentro de lo que se conoce como activo inmovilizado. El valor de este dinero congelado o colocado en un desván se debe tener siempre en cuenta. De manera que esté bien administrado. Las existencias hay que contabilizarlas también en las facturas.

Es decir, aplicar la siguiente fórmula:

Inventario Inicial + Compras – Inventario Final = Gasto/Coste A&B (mes)

Y no restar el valor total de las facturas a los beneficios como se hace en muchas ocasiones.

El coste debe permanecer entorno al 30% de la facturación mensual. Si tu establecimiento está por encima de este porcentaje estarás sacando dinero del margen contributivo (M.C). O del Beneficio Antes de Impuestos (BAII).

Además de una correcta implementación del proceso del inventario, es necesario la incorporación de un sistema que nos ayude a su gestión, comprobación y seguimiento. Así como una formación adecuada al responsable de su gestión mensual para que el programa sea eficiente. Estos elementos son básicos para una correcta gestión del stock tanto para ambos tipos de inventarios.

Esperamos que estos conceptos te ayuden a gestionar un inventario con todo el rigor, frecuencia y profesionalidad que se merece. Y así sacarle todo el partido económico para el que se realiza este proceso.