Principales aprendizajes de la hostelería en 2020

aprendizajes 2020

De las situaciones más difíciles podemos obtener aprendizajes para fortalecer nuestros valores y nuestras prioridades. El año 2020 ha sido muy duro para el sector de la hostelería. Y aún así la adaptación también ha hecho al sector fortalecerse en algunas áreas. Es por esta razón que podemos extraer, de este contexto tan complejo, una serie de lecciones útiles para abordar el presente y el futuro con cierta esperanza.

Desafortunadamente, el 2020 será recordado eminentemente por la llegada de la pandemia del coronavirus, así como por sus devastadores efectos en la salud pública y económica. Este año de shock ha provocado una serie de transformaciones esenciales; y ha agilizado otras que estaban pendientes. En este artículo te resumimos las principales claves que ha podido desarrollar la hostelería en esta difícil coyuntura. Y que seguirán sirviendo como recurso en el futuro.

Reinvención: la consolidación del delivery

Si los clientes no pueden ir a los restaurantes, los restaurantes irán a los clientes. Se podría decir que el 2020 también ha sido el año del delivery. Las restricciones en la movilidad lo han impulsado de forma exponencial. Pero no únicamente durante el estado de alarma. De hecho, la etapa en la que el servicio de comida a domicilio más se ha consolidado es durante la nueva normalidad. En esta última etapa se ha incrementado la demanda y muchos negocios también han incorporado este servicio.

Según el Barómetro de Tendencias en Restauración, en el mes de julio del 2020 ya se había registrado un aumento del 23% del consumo de comida a domicilio. No estamos, pues, ante una mera moda. Con la vida en sociedad limitada, y con unos hábitos cada vez más individualizados, el delivery se ha instaurado como hábito. Antes del coronavirus los expertos consideraban una evolución mucho más lenta de este canal; y ahora es ya es parte de la realidad de consumidores y restauración. Con lo cual, una de las mejores lecciones es que, por mucho que durante esta pandemia mucha gente se haya animado a aprender cocina, los clientes siguen queriendo disfrutar de nuestra gastronomía. Y la hostelería sigue siendo una parte indispensable de la alimentación, socialización y ocio de la población.

Digitalización: una asignatura pendiente que se ha acelerado

En la misma línea, tenemos que hablar de digitalización. El coronavirus nos ha demostrado que, incluso cuando nuestro negocio está cerrado, nuestra presencia digital puede (y debe) continuar al pie del cañón. Si atendemos a la cantidad de horas diarias que la mayoría de la gente pasa pegada al teléfono móvil u otros dispositivos digitales, nos daremos cuenta de la importancia de que nos vean en espacios como las redes sociales. Tener una buena reputación online es, hoy en día, clave para ganar y fidelizar clientes.

Pero cuando hablamos de hostelería digital no solo nos referimos a las redes sociales. También a la presencia en apps de delivery, digitalización de cartas de restaurante, automatización de procesos... La digitalización no es solo una manera de optimizar los negocios de hostelería, sino de seguridad y comodidad para los clientes. El uso de nuevas tecnologías en el sector también se ha acelerado.

El poder de la unión del sector en momentos difíciles

Otra de las grandes enseñanzas del 2020 ha sido la constatación que la unión hace la fuerza. También hemos visto cómo este año florecían iniciativas de apoyo a la hostelería, unión organizada para la reivindicación de soluciones, movilizaciones, etc. Si el sector, que representa, aproximadamente, el 6% del PIB anual de nuestro país, se moviliza unido, su poder de influencia es mucho mayor.

Así, la situación de la pandemia también ha servido para impulsar la solidaridad y colaboración dentro del sector. Eso sin contar con la colaboración y gran responsabilidad que ha demostrado la industria generalmente respecto a las medidas de seguridad.

La vida no se para, y no sirve de nada mirar hacia atrás si no es para coger impulso. Por este motivo es interesante recapitular antes de entrar en el 2021. Y analizar qué podemos sacar de positivo en 2020 para dibujar los horizontes del próximo año.

Y, por otro lado, el 2020 ha evidenciado que cuando remamos juntos, llegamos más lejos. 2021 no parece darnos la solución a los problemas ocasionados por la pandemia. Pero sí hemos desarrollado aptitudes e ideas que podremos usar durante el año que viene. Ahora toca respirar hondo y enfrentar el año nuevo con optimismo y fuerza.