ERTE y otras opciones que existen respecto al reajuste de personal durante la crisis del Covid-19

Reajuste personal ertes

La llegada y la propagación pandémica del Covid-19, comúnmente denominado coronavirus. Así como la correspondiente parada de toda actividad empresarial que no sea indispensable para frenar el virus, ha provocado unas consecuencias económicas importantes y un reajuste de personal. La incerteza es grande, en estos momentos, y muchas compañías se ven abocadas a tomar medidas excepcionales para atenuar las pérdidas y sobrevivir. 

En este sentido, en las últimas semanas el Gobierno ha tomado una serie de medidas para intentar contribuir a proteger tanto a las empresas como a sus trabajadores. Es por este motivo que en este artículo nos proponemos de ofrecer, de forma resumida, información sobre las opciones que existen para llevar a cabo un reajuste de personal durante la crisis del Covid-19. 

El objetivo primordial es que las compañías puedan reanudar su actividad con la mayor normalidad posible, una vez se haya superado este paréntesis obligado. 

¿Qué es un ERTE?

Estos días, en los medios de comunicación, se habla constantemente de los ERTE. ¿Pero sabe la gente de lo que tratan estas siglas que se utilizan con tanta recurrencia? Un ERTE es un Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Y permite que una empresa, ante una situación económica, técnica, organizativa o de producción extraordinaria, suspenda temporalmente sus relaciones contractuales con el trabajador realizando ajustes de personal. 

Según el Estatuto de los Trabajadores, se puede inferir que existen dos tipos de ERTE. En primer lugar, se puede aplicar una reducción de la jornada laboral. Y, en segundo lugar, se puede llevar a cabo una suspensión de empleo. He aquí, pues, dos de las medidas que se pueden activar para flexibilizar la situación del personal e intentar garantizar, así, que el golpe económico no sea tan duro.

La empresa puede activar, durante el coronavirus, el ERTE sin registrar pérdidas

Activar un ERTE no es, para nada, algo agradable. Ahora bien, en un contexto como el actual, puede ser de utilidad para blindar el futuro de la compañía. Y a su turno, por lo tanto, para proteger también a sus trabajadores

Antes de que el Covid-19 aterrizara en nuestra sociedad, el ERTE solamente se aprobaba si se cumplían una serie de requisitos, entre los que destaca el hecho de haber empezado a registrar pérdidas. En la actualidad, no obstante, este requisito no es necesario. Por consiguiente, desde el mundo empresarial se debe tener en cuenta este cambio en las condiciones para estar en situación de aplicar un ERTE. También es interesante considerar que durante este tiempo la empresa también se puede ahorrar, por fuerza mayor, el pago de la Seguridad Social de sus empleados. 

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Se pueden pedir y dar vacaciones, pero no obligar a hacerlas

Otro tema que surge en muchas conversaciones estos días es el de las vacaciones. Siguiendo lo que afirma el Estatuto de los Trabajadores, los empleados tienen derecho a pedirlas durante un periodo excepcional como el actual. Ahora bien, en ningún caso se debe obligar al personal a hacerlas. Deben de ser, siempre, fruto del pacto entre empresa y trabajador

El Gobierno ofrece protección económica a los empleados

Para ayudar a los trabajadores que estas semanas se ven afectados por un ERTE, el Gobierno ha presentado también una serie de políticas insólitas. Así, por ejemplo, el personal se podrá acoger al subsidio por desempleo sin que se gasten sus periodos con derecho a percibir esta ayuda más adelante, en otras condiciones. Tampoco se consumirá el tiempo máximo de percepción. 

Es el empleado el que tiene que acogerse a este subsidio, en el que todos los implicados cobrarán un 70% de la base reguladora de su salario. Por otro lado, el trabajador también puede pedir una reducción de jornada, en el caso de que la compañía no lo haya previsto. Eso sí, debe de estar debidamente justificado por alguna razón de peso. Como el cuidado de personas que están en situación de vulnerabilidad. Además, se deberá solicitar, como mínimo, con 24 horas de antelación

Las obligaciones fiscales de los autónomos se pueden aplazar durante el Covid-19

En el campo empresarial, también es interesante tener en cuenta que, ante la excepcionalidad provocada por el coronavirus, las obligaciones fiscales se pueden aplazar. Esto puede ayudar también a capear la situación, por lo menos durante las semanas en que dure el confinamiento. No lo duden, aunque sean momentos difíciles, superaremos esta crisis.