Gestión y liderazgo: áreas a reformar frente a la inactividad de tu negocio

Liderazgo en crisis

A día de hoy aquello que hasta hace bien poco considerábamos como la normalidad se ha visto alterado por una emergencia sanitaria a escala mundial. La propagación de la pandemia del coronavirus ha provocado, tal y como todos hemos podido comprobar consecuencias directas en la vida y en el trabajo de las personas. 

El ambiente laboral también se ha visto modificado por este contexto. Son muchos, por ejemplo, los empleados que realizan sus tareas, desde hace semanas, a través del teletrabajo. Ante esta nueva situación, la gestión de las empresas, y el liderazgo, también tienen la necesidad de adaptarse al nuevo escenario.

En el rol de los líderes ha tomado todavía una mayor trascendencia la gestión emocional de los equipos, y la capacidad de escuchar y de ser empático. En este artículo nos proponemos reflexionar alrededor de algunas claves para contribuir, con un buen liderazgo emocional, al desarrollo de la actividad de la empresa y del bienestar de todos sus integrantes. 

Mantener una comunicación periódica y empática con los empleados

Es posible que la actividad de la empresa que diriges esté afectada parcial o totalmente por la declaración del estado de alarma y la necesidad de confinamiento de la población. Ahora bien, a pesar de ello, es muy importante que la comunicación interna no se pare en ningún momento. Es fundamental mantener una mayor comunicación, en estos días, a través de los canales telemáticos disponibles. Opciones, gracias a la tecnología, hay muchas, como las llamadas, las videollamadas o incluso los grupos de WhatsApp.

Para lograr un liderazgo efectivo es imprescindible conocer la situación de nuestros empleados. Por esta razón, hay que fortalecer los lazos comunicativos, en estas jornadas excepcionales en que la presencialidad, en muchas circunstancias, no es posible. Tenemos que preguntar a nuestros trabajadores cómo se sienten y qué les preocupa, y ayudarles, en la medida del posible, a facilitar sus tareas. 

Transmitir tranquilidad y seguridad ante los interrogantes del coronavirus

Los canales de comunicación que se establezcan son una herramienta para analizar qué situación viven nuestros empleados, y cómo se sienten. Es aconsejable, además, utilizarlas de una forma proactiva. Es decir, se recomienda enviar mensajes que transmitan una mayor tranquilidad y seguridad en los integrantes de nuestros equipos. 

Al fin y al cabo, estos días afloran, a menudo, emociones como la angustia, la tristeza o la preocupación derivada de las incertidumbres. Un buen liderazgo, en un contexto de crisis como el actual, tiene que ser capaz de gestionar emocionalmente la situación de su equipo. Como bien han demostrado los expertos, el estado de ánimo es un factor determinante en la productividad. 

La transparencia, un valor a reforzar

Las personas nos han demostrado que quieren líderes que los traten como adultos. La exigencia, desde el punto de vista empresarial, es la misma. 

Así pues, en esta comunicación fluida que se lleve a cabo con los empleados, es siempre mejor ser transparentes y explicar la coyuntura actual desde un relato honesto y maduro. Si bien es cierto que, a veces, quizás nos tocará difundir informaciones que no sean del todo positivas, el líder tiene que ser claro y, en la medida de lo posible, localizar aquellos puntos de análisis que puedan invitar a un optimismo que no deje de ser realista. 

Equilibrar los volúmenes de trabajo

Como hemos ido apuntando, la empatía es uno de los valores esenciales de cualquier liderazgo. Siempre lo es. Pero en el contexto condicionado por la propagación del coronavirus y el aislamiento, todavía se agudiza más su importancia. Hay que saber escuchar.  

Ahora bien, dentro de esta misión del buen líder hay que tener en cuenta, específicamente, una cuestión de equilibrios, digamos. Es decir, hay que procurar que todos los empleados sientan que asumen unos volúmenes de trabajo asumibles. El estrés y la sobrecarga son contraproducentes para el éxito de cualquier compañía. 

Un líder empresarial, un líder de las emociones

Detrás de cualquier empresa hay personas que suman complicidades para lograr unos objetivos compartidos. Por eso siempre hablamos de valores humanos, y por eso también un buen líder empresarial es siempre un buen líder emocional. Estos días, que algunas emociones negativas se intensifican, todavía con más razón.