Ejercicios para la memoria para recordar pedidos sin tomar nota

En un restaurante lleno, con varias mesas esperando, una bandeja que sale de cocina y un grupo de clientes que acaban de llegar... recordar todos los pedidos sin apuntarlos puede parecer magia, pero no lo es. Es práctica, concentración y, sobre todo, entrenamiento mental.

En el mundo de la hostelería, la memoria se convierte en una herramienta tan esencial como una bandeja o una comanda. Por eso, hoy en Bartalent Lab, te traemos estrategias y ejercicios para la memoria que te ayudarán a mejorar tu agilidad mental y a convertirte en un auténtico profesional de sala… sin libreta.

 

¿Por qué es tan importante la memoria en sala?

Recordar pedidos sin tomar nota transmite seguridad, dominio del oficio y atención personalizada. Pero además, mejora la fluidez del servicio, evita errores y demuestra al cliente que estás verdaderamente presente.

No se trata de impresionar, sino de optimizar. Y como cualquier habilidad, se puede trabajar.

 

Ejercicios para la memoria que puedes practicar a diario

1. El juego de las mesas

Después de atender una mesa, repasa mentalmente su pedido completo antes de anotarlo o repetirlo en cocina. Con el tiempo, intenta hacerlo sin necesidad de ese repaso. Este ejercicio de memoria diario te ayudará a ganar velocidad y confianza.

2. Agrupación visual

Cuando los clientes hacen su pedido, visualiza mentalmente cada plato o bebida y asócialo a su cara o a una prenda de ropa (el “café solo de la bufanda roja”). Este tipo de asociación visual es uno de los mejores ejercicios para la memoria en entornos dinámicos.

3. Repite en voz baja

Una técnica útil es repetir internamente cada pedido mientras el cliente lo hace. El acto de repetir activa una parte distinta del cerebro y refuerza la retención. No interrumpas ni hables sobre él, pero sí escúchalo dos veces: la suya y la tuya.

4. Memoria en cadena

Asocia los pedidos en cadena como si fueran una historia o secuencia. Ejemplo: mesa 4 pidió primero una caña (el inicio), luego bravas (el nudo), y cerró con tortilla (el final). Cuanto más absurda o visual la historia, más fácil será recordarla.

5. Juegos mentales fuera del trabajo

Haz sudokus, juegos de memoria o aplicaciones tipo “Lumosity” o “Elevate”. También puedes memorizar tu lista de la compra o aprender pequeñas poesías o secuencias de números. Cuanto más uses la mente, más ágil será en el momento clave.

 

Más allá de ejercicios para la memoria: trucos para no saturarte

  • Escucha activa: no pienses en lo siguiente que tienes que hacer mientras el cliente habla.
  • No interrumpas: déjalos terminar el pedido para evitar errores por anticipación.
  • Respira y céntrate: un segundo de pausa mental puede valer más que una hoja llena de anotaciones.

 

Entrenar la mente también es parte del uniforme

La sala es ritmo, coordinación y atención constante. Pero también es capacidad de recordar, reaccionar y adaptarse rápido. Por eso, incorporar ejercicios para la memoria a tu día a día puede marcar la diferencia entre un servicio correcto… y uno memorable.

¿Listo para ponerte a prueba? Empieza hoy mismo y conviértelo en tu superpoder profesional.