El Mindfulness es bueno para ti y para tu trabajo (II)

En la primera parte de este post te introdujimos en el mundo del Mindfulness y sus beneficios desde una perspectiva teórica.

Sin embargo, no te explicamos como ponerlo en práctica. Ahora, con las nociones básicas, vamos a proponerte que realices algunas técnicas relativamente sencillas para dar los primeros pasos en este método.

Round 1: Un minuto de atención plena

Piensa en que el siguiente minuto de tu vida vas a concentrarte como un titán, para ello ponte una alarma que suene justo un minuto después. Ahora sólo tienes un objetivo, centrar toda tu atención y sentidos en tu respiración. Este ejercicio es la base para practicar correctamente meditación en Mindfulness.

No cierres los ojos, simplemente abstráete en tu inhalación y exhalación. ¿Crees que serás capaz de hacerlo durante 60 segundos? Este ejercicio de atención es increíblemente poderoso y te invitamos a que lo practiques a diario antes de enfrentarte a alguna situación que reconozcas que te puede estresar. Con la práctica puedes ir aumentando el tiempo.

Round 2: Observación Consciente

Hazte con un objeto que tengas cerca: una taza, un cuaderno, un vaso… lo que quieras. Colócalo entre tus manos y focaliza toda tu atención en el objeto. Deja que la absorba. Y observa. Notarás una mayor sensación de presencia, de estar “aquí y ahora” presente en el espacio y el tiempo. Trata de sentir cómo tu mente deja de pensar, libera cualquier tipo de pensamiento pasado o futuro y céntrate en el momento presente de un modo superconsciente. La observación consciente es un método de meditación que bien aplicado puede ser muy potente. La idea es que como Bartalent y como individuo utilices y exprimas la potencialidad de tu mente y desarrolles la percepción para ver u oír más allá de lo que estás mirando u escuchando.

La escucha consciente o “escuchar atento” es otra técnica de tomar conciencia que te invitamos a que practiques. El proceso es igual que el anterior, pero intentando alcanzar el silencio.

Round 3: Contar 10 segundos

¿Crees que eres capaz de contar hasta 10 y alcanzar un 10 en atención?

Inténtalo. Ahora sí, cierra los ojos y concéntrate en repasar mentalmente del 1 al 10.

“Uno (respira), dos (respira)…, tres (respira)…tengo que hacer inventario y ver cómo vamos de tónicas…”. Que tu mente tienda a dispersarse es normal, pero si te sucede comienza da nuevo. “Uno (respira), dos (respira)…, tres (respira)…, pues parece que voy bien…, y otra vez a empezar, porque eso también es un pensamiento”.

Round 4: En ocasiones veo señales

Presta atención a tu respiración en primer lugar. Cuando seas consciente de ella, aguza el oído y pon toda tu atención en seguir una señal auditiva (teléfono, aire acondicionado, sonido de lavaplatos, el canto de un pájaro, o una mano sobre el hombro…).

Automáticamente trata de volver al momento presente. Cada vez que escuches la señal que elijas, haz este ejercicio, vuelve al presente. El poder relajante de este ejercicio es notable. Se trata de resetear por un momento la mente.

Round 5: ¡Ojo al gesto!

Poner atención en gestos que se repiten a diario es una sencilla forma de traerte al presente. Abrir una puerta, meter un plato en el lavavajillas, limpiar una barra, colocar un cubierto… Elige uno de esos gestos y siente la profundidad de las sensaciones que te transmiten: texturas, humedad, sonidos. Cuando se trata de gestos la conciencia no debe ser únicamente física. En caso de que se presente un pensamiento tanto inútil o negativo (como, por ejemplo: “Es la decimoquinta vez que limpio la barra hoy”), conviértelo en una liberación de negatividad.

Si pones en práctica al menos dos de estos cinco ejercicios de un modo constante, notarás como mejora tu forma de estar presente en tu vida.